Luz Maria Sapag, Intendenta de San Martin de los Andes, falleció trágicamente en su Provincia, luego de un accidente en la ruta desde Neuquén hasta su ciudad. Argentina pierde de esta manera una figura que trascendió por su militancia y preocupación por las cuestiones ambientales y su compromiso con su ciudadanía.
Tuve la oportunidad de conocer a Luz Sapag en 1994, en ocasión de un encuentro que se realizó en San Martin de los Andes, poco después de la reforma constitucional y en plena efervescencia de la cuestión ambiental. Su preocupación por la calidad del agua del Lago Lacar y la construcción del sistema de tratamiento de efluentes eran reflejo de su legítima y genuina preocupación por el ambiente en su ciudad. Años mas tarde, volví a tener algún contacto con Luz, siendo Senadora por Neuquén y titular de la Comisión de Ecología de la Cámara. Transmitía la misma humildad y compromiso con las cuestiones ambientales que tuvo antes, siendo concejal e Intendenta, con trabajo, sin estridencias, escuchando a todos y con el diálogo necesario para el éxito de cualquier iniciativa legislativa que pretende aunar voluntades por encima de las facciones partidarias.
En momentos en donde la dirigencia política es sometida sistemáticamente a las críticas por el descreimiento de la sociedad ante el cinismo generalizado que suscita la actividad política, bien vale la pena recordar la trayectoria de Luz, como ejemplo de que no todos los funcionarios electos son mediocres y reprochables en el país y que existe mucha gente que contribuye a consolidar la calidad institucional de la República Argentina. Siempre se lamenta la partida antes de la hora esperada, de quienes contribuyen a un mundo mejor. Muchos Neuquinos y Argentinos la echarán de menos. Juan Rodrigo Walsh |
